Es bueno pero no suficiente. Era un genio, ahora es mediocre. Escribía de lujo, pero amaneció sin pena ni gloria.

Era de los mejores de su clase, podía ver más allá. Cualquier bar le hizó mortal, cualquier palabra lo humanizó más de la cuenta.

En la obsesión por hacer algo diferente se perdió, en la locura de un contenido explicito, premeditado, denso y genial recayó su pluma. Su sentencia.

Algo común a palabras de otra época, cualquiera vanidad a cuenta gotas, cualquier beso en la mejilla que deja de ser simple.

Si te guardas los adornos quizás volverá la pureza de tus letras, la osadía de sus trazos.

Si vuelves a ser descarado, si afilas tus colmillos, si encuentras alguna fórmula que pueda superar al papel esquivando la condena de la mediocridad.

Deixa un comentari

Aquest lloc utilitza Akismet per reduir els comentaris brossa. Apreneu com es processen les dades dels comentaris.