Despejo puerto en cualquier orilla
y juego a hacerme el muerto en arenas movedizas
desembarco cualquier noche para que las luces me guíen
anochezco con los días hasta que todos sean oscuros
El calor del mar no me llega al pecho
pues este viento me ha dejado los huesos helados
la carcoma desmiente mi túnica marinera
la pesca extraña, en aguas de urbes obviadas
Me exilio en una cueva con ventanales de cristal
me flipa el metacrilato, me perturba la cabeza
Vivo en una calavera que navega derivada
Giro y sueño, con ser efímero, como tierra firme