He decidido hacer un poema
con la historia de nuestro amor,
que es la que vale la pena.
Esto empezó hace ya unos meses,
una historia así no se repite dos veces.
Mismo instituto, misma clase,
mismos amigos, todo completo,
como cuando encuentras todas
las piezas de ese puzzle secreto.
Una chica nos unió,
un amor-odio entre ella y yo,
ahora me enorgullezco,
cuando ellos están juntos
yo desaparezco.
No es que sea celosa,
solo protejo; pero mira,
chica, te daré un consejo:
mírate al espejo,
¿no ves ningún complejo?
Ahora tú, chico
que me saca sonrisas,
¿no ves que no quiero perder el tiempo?
Vamos por ahí a perdernos con el viento.
Podemos ir a pescar, nadar, bailar y
también eso que nos gusta tanto:
bajo la luna besarnos, besar,
besayunarnos cada mañana
que amanecemos juntos, y
agarrarnos, no dejarte ir nunca
¡Vaya qué sentimiento tan profundo!
Es como cuando confundo entre tu mano
y mi mano, cuando nos agarramos
sin tener en cuenta el mundo.
Chico, ¿no ves que soy diferente?
Ven, que te dejo ver en mi mente,
pero no te asustes si ves alguna
cosa inexistente, es que puedo
ver cosas que no ve la gente.
¿Y tú, chico, a qué has venido?
A impresionarme con tu cara bonita,
a impresionarme con tu sonrisa tímida
y a enamorarme, con nada en particular,
simplemente eres lo que quiero para madurar.
Tu inteligencia me supera,
lástima que a veces te duermas sin espera,
pero tengo que añadir una cosa,
como me vuelvas a corregir te dejo sin abrazadera.
Ya me entiendes: sin mis abrazos que terminan en
cama o bañera.
Font: anònima